Bálsamos y ungüentos similares a los que Maria Magdalena usaba y con los que, según la Biblia, enjuagara los pies de Cristo; han sido rescatados de un complejo termal de los tiempos de Jesucristo que permanecía enterrado.
Unos arqueólogos católicos del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén han estudiado unas vasijas de cerámica encontradas en un ninfeo del siglo I d.C, en dicho complejo termal, ubicado en el yacimiento de Magdalena, sobre el Lago de Tiberiades, en la región israelí de Galilea.
Se trata de piezas extraordinarias; algunos ungüentarios intactos y cerrados que contienen aún materia grasa, seguramente perfumes, y objetos femeninos, identificados en la parte posterior de las piscinas usadas por las mujeres: instrumentos para los cabellos y para el maquillaje.
Parece ser que el complejo se destruyó en el 67 d.C y sobre él se construyó otro nivel que permitió la salvación del material sepultado.